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La Oración en el Islam

El profeta Musa (La paz sea con él) (3)

 

El profeta Musa (La paz sea con él) (3)

Es claro en el siguiente ayat de Surah Ibrahim que como fuera que se comportara la Tribu de Israel – ya sea que fueran obedientes y agradecidos con Allah, o no – ésto no afectaba a Allah en lo más mínimo: “Ya habíamos enviado a Musa con Nuestros signos: ¡Saca a tu gente de las tinieblas a la luz y recuérdales los dones de Allah! Verdaderamente en eso hay signos para todo el que sea paciente, agradecido.

Y cuando Musa le dijo a su gente: “¡Recordad las bendiciones de Allah con vosotros cuando os salvó de la gente de Firaún que os infligía el peor de los castigos y degollaban a vuestros hijos dejando vivir a vuestras mujeres! Con ello eráis sometidos a una enorme prueba por parte de vuestro Señor.

Y cuando os anunció vuestro Señor: Si sóis agradecidos, os daré aun más, pero si sois desagradecidos...Es cierto que Mi castigo es intenso.

Y dijo Musa: Aunque vosotros y cuantos están en la tierra no creyeráis... Allah es Rico, en Sí mismo alabado.” (14.5-8)

Y así como Allah nunca está en necesidad de nada de lo que ha creado, así también está siempre presente: ¿Te ha llegado la historia de los ejércitos, Firaún y los Zamud?  Por cierto los que se niegan a creer están negando la verdad y Allah los rodea por detrás.” (85.17-20).

Fue la incapacidad de la Tribu de Israel de mantenerse firme en el camino recto y la guía que le había sido revelado a sayyedina Musa, al igual que su tendencia de preguntar demasiadas preguntas de los cuales ninguna pregunta de ellas era necesitada, lo que resulto en un demora de cuarenta años caminado a la deriva en el desierto, hasta que fueron capaces de entrar y establecerse en la sagrada tierra de Palestina que Allah les había prometido: Y cuando Musa dijo a su gente: ¡Pueblo mío! Recordad las bendiciones que Allah os dio cuando hizo surgir entre vosotros profetas, os hizo reyes y os dio lo que nadie en los mundos le había dado. ¡Pueblo mío! Entrad en la tierra purificada que Allah ha destinado para vosotros y no retrocedáis, porque entonces estaríais perdidos.

Dijeron: ¡Musa! En ella hay un pueblo de gigantes y no vamos a entrar hasta que no salgan de allí; y sólo cuando hayan salido entraremos. Dos hombres de los que temían a Allah y a los que Él había favorecido, dijeron: Apareced ante ellos por la puerta, y cuando hayáis entrado por ella, seréis vencedores. Y abandonaos en Allah si sóis creyentes.

Dijeron: ¡Musa! Nosotros no vamos a entrar mientras ellos sigan ahí, así que id tú y tu Señor y luchad vosotros, que nosotros nos quedamos aquí.

Dijo: ¡Señor mío! Yo sólo tengo autoridad sobre mi propia persona y la de mi hermano; apártanos de la gente rebelde.

Dijo: Estará vedada* para ellos, y durante cuarenta años vagarán por la tierra. No te entristezcas por la gente descarriada.

*[se refiere a la tierra purificada y a la ciudad aludidas en las aleyas anteriores.]

Y cuéntales la verdad de la historia de los dos hijos de Adam, cuando ofrecieron un sacrificio y le fue aceptado a uno pero al otro no. Dijo: ¡Te mataré! Contestó: Allah sólo acepta de los que Le temen.

Si levantas tu mano contra mí para matarme, yo no levantaré la mía para matarte, pues yo temo a Allah, el Señor de los mundos. Prefiero que vuelvas* llevando mi delito además del tuyo y seas de los compañeros del Fuego. Ésa es la recompensa de los injustos. [A tu Señor]

Su alma le sugirió que matara a su hermano y lo mató, convirtiéndose en uno de los perdidos. Entonces Allah envió a un cuervo que se puso a escarbar en la tierra para hacerle ver cómo debía ocultar el cadáver de su hermano.

Dijo: ¡Ay de mí! ¿Es que no voy a ser capaz de hacer como este cuervo y enterrar el cadáver de mi hermano? Y quedo así arrepentido.

Por esto les decretamos a los hijos de Israel que quien matara a alguien, sin ser a cambio de otro o por haber corrompido en la tierra, sería como haber matado a la humanidad entera. Y quien lo salvara, sería como haber salvado a la humanidad entera.

Y así fue como les llegaron Nuestros mensajeros con las pruebas claras y sin embargo, después, y a pesar de esto, muchos de ellos se excedieron en la tierra.”
(5.20-32).

La historia de la Tribu de Israel es concisamente resumida en este ayah de Surat as-Saff: “Y cuando Musa le dijo a su gente: ¡Gente mía! ¿Por qué me perjudicáis si sabéis que yo soy el mensajero de Allah para vosotros? Y cuando se apartaron, Allah apartó sus corazones. Allah no guía a la gente descarriada.” (61.5).

Puede haber sido durante este periodo de cuarenta años de vagar por la tierra – y el Corán no especifica exactamente cuándo – que ocurrió el famoso encuentro entre un hombre llamado al-Khidr y sayyedina Musa, que la paz sea con ellos, fue durante este encuentro que Allah hizo claro que hay diferentes tipos de conocimiento y de comprensión y de sabiduría, y que Él se los da a quienquiera que Él desea.

Ha sido transmitido por Ibn ‘Abbas, que Allah este complacido con él, que el Profeta Muhammad, que Allah lo bendiga y que le de paz, dijo que una persona de la Tribu de Israel una vez le preguntó a sayyedina Musa que si sabía de alguien que supiera más que él. Cuando sayyedina Musa dijo que no, Allah le informó que sí había un hombre que sabía más y se llamaba Al-Khidr. Sayyedina Musa preguntó cómo podía encontrar a Al- Khidr, y le dijeron que se llevara un pescado con él, cuando saliera a buscar a Al-Khidr: Donde fuera que se perdiera el pescado, que sería en el lugar donde los dos mares se juntan, sería el lugar donde encontraría a Al- Khidr. (Al-Bukhari).

El relato Coránico de lo que pasó está en Surat al-Kahf, y empieza en el punto donde sayyedina Musa y un sirviente de él – quien según el hadith transmitido por Ibn ‘Abbas se llamaba Yusha’ ibn Nuh – están buscando el lugar donde se juntan los dos mares:

“Y cuando Musa le dijo a su criado: No cesaré hasta alcanzar la confluencia de los dos mares o haber andado por mucho tiempo. Y cuando llegaron a la confluencia de los dos mares se olvidaron del pez que tenían y éste tomó su camino hacia el mar como a través de un túnel.

Y una vez hubieron cruzado le dijo al criado: Trae nuestra comida pues a causa del viaje nos hallamos fatigados. Dijo: Mira lo que ha pasado: Al guarecernos en la roca me olvidé del pez, sólo el Shaytán me hizo olvidarme de él, y éste emprendió su camino hacia el mar prodigiosamente.

Dijo: Éso es lo que estabamos buscando y volvieron sobre sus pasos rastreando. Así dieron con uno de Nuestros siervos al que le habíamos concedido una gracia procedente de Nosotros y al que habíamos enseñado un conocimiento de Nuestra parte.

Musa le dijo: ¿Puedo seguirte para que me enseñes una guía recta de lo que se te ha enseñado?

Dijo: Realmente no podrás tener paciencia conmigo. ¿Cómo podrías tener paciencia con algo de lo que no puedes comprender lo que esconde?

Dijo: Si Allah quiere me hallarás paciente y no te desobedeceré en nada. Dijo: Si me sigues no me preguntes por nada si yo no te hago mención de ello.

Así partieron hasta que cuando habían subido en una embarcación, le hizo un agujero. Entonces dijo: ¿Lo has hecho para ahogar a los que van en ella? Realmente has cometido algo grave.

Dijo: ¿No te dije que no podrías tener paciencia conmigo? Dijo: No me tomes en cuenta por mi olvido ni me pongas algo difícil.

Y se pusieron a andar hasta que dieron con un muchacho al que mató, dijo: ¿Has matado a un ser puro sin haber sido a cambio de otro? Realmente has cometido un hecho reprobable.

Dijo: ¿No te dije que no podrías tener paciencia conmigo? Dijo: Si en lo sucesivo vuelvo a pedirte explicaciones no dejes que te acompañe más, mis excusas ante ti se han agotado.

Y así partieron hasta que llegaron a la gente de una ciudad a los que pidieron de comer pero ellos se negaron a darles hospitalidad. Allí encontraron un muro que amenazaba derrumbarse y lo enderezó. Dijo: Si quisieras podrías pedir un pago por ello.

Dijo: Ésta es la diferencia entre tú y yo. Voy a decirte la interpretación de aquello con lo que no has podido tener paciencia: En cuanto a la embarcación, pertenecía a unos pobres que trabajaban en el mar y quise estropearla porque los perseguía un rey que se apropiaba a la fuerza de todas las embarcaciones.

El muchacho tenía padres creyentes y temíamos que les obligara a la rebelión y a la incredulidad. Y quisimos que su Señor les diera a cambio uno mejor que él, más puro y más propenso a la compasión.

Y en cuanto al muro, era de dos muchachos de la cuidad que eran huérfanos y debajo del mismo había un tesoro que les pertenecía. Su padre había sido de los justos y tu Señor quiso que llegaran a la madurez y pudieran sacar su tesoro como una misericordia de parte de tu Señor; no lo hice por mi cuenta. Ésta es la interpretación de aquello con lo que no pudiste tener paciencia.” (18.60-82).

Aunque no se menciona el nombre de Al-Khidr en el pasaje del Corán, es claro en el hadith transmitido por Ibn ‘Abbas que de hecho fue Al-Khidr con quien se encontró sayyedina Musa en el punto donde se juntaban los dos mares, que la paz sea con ellos, y que cuando sayyedina Musa le pidió a Al-Khidr que le enseñara, él dijo, ‘Oh Musa, yo tengo algo de conocimiento de Allah que Allah me ha enseñado y de lo cual tú no sabes, y tú tienes algo de conocimiento de Allah que Allah te ha enseñado y de lo cual yo no sé.’ Cuando sayyedina Musa pregunto, ‘¿Te puedo seguir?’ Al-Khidr contestó, ‘No vas a poder mantener la paciencia con migo - ¿Cómo vas a poder mantener paciencia sobre lo que no comprendes?’ (Al-Bukhari).

Según el hadith transmitido por Ibn ‘Abbas, mientras estaban en el barco, un pájaro se paró sobre el lado del barco y metió su pico una o dos veces en el agua. Al-Khidr dijo, ‘Oh Musa, lo que se yo y lo que sabes tú no le ha quitado a lo que Allah sabe, así como esté pájaro ha tomado agua del mar (o sea una cantidad infinita).’ (Al-Bukhari).

Según el hadith transmitido por Ibn ‘Abbas el Profeta Muhammad, que Allah lo bendiga y que le de paz, concluyo su relato de lo que había pasado diciendo, ‘Qué Allah sea misericordioso con Musa – ¡si sólo se hubiera mantenido más paciente, hubiéramos escuchado más sobre su encuentro!’ (Al-Bukhari).

Siempre ha habido un debate sobre si Al-Khidr era Profeta o un santo, especialmente con lo que se dice que se la había otorgado la inmortalidad y que nunca va a morir. Allah sabe mejor. No cabe duda, que fue – o es – un hombre que tenía sabiduría y que era bien guiado por Allah, y las lecciones que se pueden aprender del pasaje Coránico son muchas y son profundas.

También ha habido algo de debate al lo que se refiere donde es ‘el punto donde los dos mares se juntan’. Algunos dicen que los dos mares son el mar rojo y el Mediterráneo, otros dicen que son el mar Negro y el Mediterráneo, y aun otros dicen que en este contexto de palabras Arabes ‘majma’a al-bahrain’ se refieren al punto donde dos ríos, o lagos se juntan. Por lo tanto algunos comentaristas, que piensan que el encuentro entre sayyedina Musa y Al-Khidr tomó lugar antes de que la Tribu de Israel cruzara el mar Rojo, piensan que ‘el punto donde los dos mares se juntan’ es donde se encuentran el Nilo Blanco y el Nilo Azul. Allah sabe mejor.

También por supuesto existe el significado interior de estas palabras que son inherentes en el relato de lo que pasó entre sayyedina Musa y Al-Khidr, que la paz sea con ellos, lo cual se refiere como el conocimiento interior en uno de Allah (haqiqah) se encuentra con el conocimiento exterior de lo que es el comportamiento necesario (shari’ah) – lo cual siempre se encuentra adentro y entre la gente que se les ha dado conocimiento de Allah.

Ha sido transmitido por Abu Hurayra, que Allah este complacido con él, que el Profeta Muhammad, que Allah lo bendiga y que le de paz, dijo que Al-Khidr – lo cual literalmente significa ‘el Verde’ – fue llamado así porque después de haberse sentado en una tierra seca, crecieron plantas verdes donde se sentó. (Al- Bukhari)

Ha sido transmitido por Abu Hurayra, que Allah este complacido con él, que el Profeta Muhammad, que Allah lo bendiga y que le de paz, dijo que sayyedina Musa era un hombre muy modesto: siempre estaba cubierto su cuerpo y siempre se bañaba sólo. Una persona de la Tribu de Israel insinuó que ésto era porque sayyedina Musa tenía lepra o una hernia o algún otro defecto, y Allah quiso librarlo de tales acusaciones:

Un día, cuando sayyedina Musa, la paz sea con él, se iba a bañar en un lugar escondido, puso su ropa sobre una piedra- pero la piedra de repente se movió llevándose su ropa. Sayyedina Musa agarró su báculo y persiguió a la piedra gritando, ‘¡Regrésame mi ropa oh tu piedra!’ Pero la piedra no se detuvo hasta que llegaron a un grupo de gentes de la Tribu de Israel quienes entonces vieron que sayyedina Musa tenía un cuerpo atractivo el cual no tenía defecto alguno. Sayyedina Musa recogió su ropa y se la puso y empezó a golpear la piedra con el báculo. (Al Bukhari)

El profeta Muhammad, que Allah lo bendiga y que le de paz, concluyó su relato de lo que había pasado diciendo, ‘¡Por Allah, la piedra todavía tiene los rasgos de los golpes que le dió sayyedina Musa, tres o cuatro o cinco marcas! Y éso es a lo que se refiere El Mas Alto cuando dice: “¡Vosotros que creéis! No seáis como los que ofendieron a Musa y Allah manifestó su inocencia frente a lo que decían. Él tenía ante Allah una posición de mucha estima.” (33.69)

Ha sido transmitido por Abu Hurayra, que Allah este complacido con él, que le Profeta Muhammad, que Allah lo bendiga y que le de paz, dijo que sayyedina Musa era un hombre alto de piel morena y pelo largo y lacio. (Al-Bukhari).

Fue durante el periodo de cuarenta años que la Tribu de Israel vagó por la tierra que sayyedina Musa murió, la paz sea con él. No se sabe exactamente donde está enterrado, pero se dice que está enterrado cerca de una colina roja cerca de Palestina, tal vez no muy lejos de la montaña donde Allah le había hablado por primera vez, y de donde recibió la revelación del Taurah – el Monte Tur – o el Monte Sinai, cómo lo conocemos hoy en día.

De igual manera, el Corán no nos dice cuando o donde murió sayyedina Harun, ni tampoco dice donde está enterrado.

Ha sido transmitido por Abu Hurayra, que Allah este complacido con él, que el Profeta Muhammad, que Allah lo bendiga y que le de paz, dijo que cuando el ángel de la muerte fue mandado a sayyedina Musa, la paz sea con él, sayyyedina Musa le pegó al ángel (quien sayyedina Musa no reconoció porque se le apareció en la forma de un humano) en el ojo. El ángel regresó con su Señor y dijo, ‘Me has mandado con un siervo que no quiere morir.’

Allah contestó, ‘Regresa con él y dile que ponga su mano sobre la espalda de un buey, y por cada cabello que cubra su mano, se le dará otro año de vida.’ Cuando el ángel había hecho lo que le ordenó Allah, sayyedina Musa preguntó que le pasaría después de eso, y el ángel le dijo, ‘la Muerte’, entonces él dijo, ‘Entonces que llegue ahora,’ y le pidió a Allah que lo dejara morir cerca de la Tierra Sagrada, a la distancia de una piedra aventada.

Según Abu Hurayra, que Allah este complacido con él, el Profeta Muhammad, que Allah lo bendiga y que le de paz, agregó, Si estuviera allí ahora, te pudiera enseñar donde está su tumba, al lado de una carretera al pie de una colina de arena roja. (Al-Bukhari).

La importancia de la alta posición con Allah de sayyedina Musa y sayyedina Harun, la paz sea con ellos, nunca debe de ser subestimada. Muchos de miles de años después, su influencia puede todavía ser sentida hoy en día. La posición de sayyedina Musa y sayyedina Harun con Allah es referida en los siguientes ayat de Surat as-Saffat: “Y así fue como favorecimos a Musa y a Harún. Y los salvamos a ellos y a su gente de la gran catástrofe. Los auxiliamos y fueron los vencedores. Les dimos el Libro clarificador y les guiamos por el camino recto. Dejando su memoria para la posteridad. Paz para Musa y Harún. Así es como recompensamos a los que hacen el bién.” (37.114-122).

Ha sido transmitido por Abu Hurayra, que Allah este complacido con él, que una vez un musulmán y un judío empezaron a discutir. El Musulmán tomó un juramento, diciendo, ‘Por el que prefirió a Muhammad, que Allah lo bendiga y que le de paz, en todos los mundos...’ y el Judío contestó, ‘Por El que prefirió a Musa en todos los mundos...’, con ésto el Musulmán alzó la mano y le pegó al Judío, quien después fue con el Profeta Muhammad a quejarse: El Profeta Muhammad, que Allah lo bendiga y que le de paz, dijo, ‘No digan que soy mejor que Musa, porque cuando todos queden desmayados en el Último Día, voy a ser el primero en recuperar mis sentidos – solamente para ver a Musa agarrándose de un lado del Trono, y no voy a saber si se desmayó y recuperó sus sentidos antes que yo, o si fue de aquellos por quien Allah los exento.’ (Al-Bukhari)

Existen muchos ayat en el Corán que se refieren a lo que le pasó a la Tribu de Israel después de la muerte de sayyedina Musa. No es posible relatar todos estos ayat en esta historia, la cual se refiere en primer lugar al Profeta Musa, que la paz sea con él, en lugar de referirse a lo que le pasó a sus seguidores después de que murió, pero los siguientes ayat de Surat al-‘Araf son instructivos: “De la gente de Musa hay una comunidad que guía de acuerdo a la verdad y con ella hacen justicia.

Y los dividimos en doce tribus. Y cuando Musa pidió dar de beber a su gente, le inspiramos: ¡Golpea la piedra con tu vara! Y brotaron de ella doce fuentes. Cada uno supo de dónde debía beber.

Y extendimos sobre ellos la sombra de la nube y les bajamos el maná y las codornices: ¡Comed de lo bueno que os proveemos! Pero no Nos perjudicaron si no que se perjudicaron a sí mismos.

Y cuando se les dijo: Habitad esta cuidad* y comed de (lo que haya en ella) ella donde queráis, y rogad:¡Alivio (para nuestras faltas)! Y entrad por la puerta en postración, que así vuestras faltas se os perdonarán. Y a los que hagan el bien les daremos aún más.  *[Jerusalén]

Pero los que de ellos eran injustos dijeron otras palabras de las que se les había ordenado decir y les mandamos un castigo del cielo a causa de la injusticia que habían cometido.

(Ha sido transmitido por Abu Hurayra, que Allah este complacido con él, que el Profeta Muhammad, que Allah lo bendiga y que le de paz, dijo que ellos ‘cambiaron la palabra’ entrando por la puerta arrastrándose sobre sus traseros en vez de postrarse – y en vez de decir, ‘hittatun’ que significa ‘buscando el perdón’, estaban diciendo, ‘hibatun fi sha’aratin’ que significa un grano en el pelo, o posiblemente, ‘amando poesía’). (Al-Bukhari).

Y pregúntales por la cuidad que se encontraba a orillas del mar, cuando transgredieron el sábado, siendo el sábado cuando los peces acudían y se dejaban ver, mientras que, por el contrario, los días en los que no debían guardar descanso no acudían. Así fue como los probamos por haberse pervertido.

Y cuando un grupo de ellos dijo: ¿Por qué amonestar a una gente a la que Allah va a destruir o a castigar con un severo castigo?*

Dijeron: Es para tener una justificación ante vuestro Señor y por si acaso no temen.

*[Según explica Ibn Kathir, la gente de esa ciudad se había dividido en tres grupos: Uno, el de los que violaron el sábado al pescar en él. Otro el de los que se opusieron a ello, advirtieron a los primeros y se alejaron de ellos. Y un tercer grupo que calló aunque no participó, y éstos últimos son los que hablan en la aleya.]

Y cuando olvidaron lo que se les había recordado, salvamos a quienes se oponían al mal y agarramos a los que habían sido injustos con un castigo implacable a causa de su perversión.

De manera que cuando tu Señor anunció que hasta el Día del Levantamiento estaría enviando contra ellos a quien les inflingiera el peor castigo. Es cierto que tu Señor es Rápido en la cuenta y que Él es Perdonador y Compasivo.

En la tierra, los dividimos en comunidades: Unos rectos y otros no. Y los pusimos a prueba con bienes y males por si acaso volvían.

Después de ellos vino una generación que heredó el Libro. Tomaban lo que les ofrecía la vida inmediata de aquí y decían: Ya se nos perdonará. Y si se les presentaba de nuevo algo semejante lo volvían a tomar.

¿Acaso Allah no les exigió el compromiso de no decir sobre Allah nada que no fuera verdad y no estudiaron su contenido? La morada de la Última Vida es preferible para los que tienen temor (de Allah). ¿Es que no van a razonar?

Y los que se aferran al Libro y establecen la oración prescrita... Es cierto que no vamos a dejar que se pierda la recompensa.

Y cuando sacudimos al monte por encima de ellos como si fuera un entoldado y creyeron que les iba a caer encima. Tomad con fuerza lo que os hemos dado y recordad lo que contiene, tal vez os guardéis.” (7.159-171).

Eventualmente las doce tribus de la Tribu de Israel se establecieron en la Tierra Santa, en palestina, y por los miles de años que iban a venir después, algunos de ellos, aunque no todos, continuaron a vivir de acuerdo a las enseñanzas de sayyedina Musa. Siguieron un largo fila de Profetas, la paz sea con todos ellos, quienes fueron mandados por Allah a la Tribu de Israel para asegurar que las enseñanzas de sayyedina Musa no fueran alteradas, y – más significativamente – para demostrar cómo debían de ser encarnadas.

Así como con todos los Profetas y mensajeros antes de ellos, que las bendiciones y paz de Allah sean con todos ellos, estos Profetas – de los cuales solamente algunos son mencionados del Corán – fueron aceptados por algunas gentes y rechazados por otras.

Ha sido transmitido por Ibn ‘Abbas, que Allah este complacido con él, que el Profeta Muhammad, que Allah lo bendiga y que le de paz, una vez dijo, ‘Me mostraron todas las naciones, y vi una gigante multitud de gente alcanzando hasta el horizonte, y se me dijo, “Éste es Musa y su gente.’ (Al-Bukhari).

 

Ver también:

El profeta Musa (La paz sea con él) (1)

El profeta Musa (La paz sea con él) (2)

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